Pensar en el azúcar natural nos suele traer a la cabeza pensamientos de dulzura y placer para el paladar. Sin importar si pensamos en postres, el café de la mañana, la infusión de la noche o un sinfín de recetas más, el azúcar natural tiene una gran cantidad de funciones en la gastronomía de cualquier hogar; mira algunas de ellas:
- En panadería, interactúa con las moléculas de proteína y almidón durante el horneado ayudando a dar una consistencia esponjosa al producto final.
- En pastelería, ayuda a incorporar aire en la preparación de betunes así como en el proceso de acremado.
- Al calentarse se carameliza, proporcionando a los alimentos cocinados y horneados un agradable aroma y color.
- Acelera el crecimiento de las levaduras, al funcionar como sustrato nutritivo para ellas.
- Su cristalización ayuda a obtener la consistencia crujiente típica y deseable en algunos tipos de galletas.
- Ayuda en el batido de las claras de huevo para obtener la consistencia deseada más rápidamente y con mayor duración.
- Retrasa la coagulación de la proteína del huevo en las natillas y cremas similares.
- Ayuda a regular la gelificación en las conservas, mermeladas o jaleas. Además funciona como conservador natural, aumentando su vida útil.
- Mejora la apariencia y suavidad de las frutas en conserva.
- Retrasa la decoloración de la superficie de las frutas y verduras frescas congeladas.
- Debido a que puede ser recristalizada en muchos grados, permite la confección de una gran variedad de caramelos y dulces.
- Ayuda a controlar la reformación de cristales mediante la formación del azúcar invertida.
- Realza la textura suave y cremosa en los helados.
- Se utiliza para resaltar sabores en algunas salsas para acompañar carnes.
- Se utiliza en la preparación de salsas y aderezos para balancear la acidez o amargura de algunos alimentos utilizados regularmente como el jitomate o el limón.
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