Los líquidos, y concretamente el agua, son fundamentales para gozar de buena salud. Te hablo un poco sobre la necesidad de tu cuerpo para hidratarse y cómo cubrirla para llevar una vida saludable.
Sabiendo que el agua es el principal componente del cuerpo humano, constituyendo un 50 a 70% del peso corporal, cada persona debe ingerir una cantidad adecuada y equilibrada de líquidos diariamente. Es decir que la cantidad de líquido que entra en el cuerpo debe ser la misma cantidad que se elimine.
El agua como elemento principal, además de saciar la sed, tiene diversas funciones, algunas de ellas son las siguientes: mejora la absorción, regula el buen funcionamiento de las células, favorece el transporte de nutrientes, elimina toxinas, mantiene la temperatura corporal, entre otros. Por todos estos mecanismos el consumo de agua debe ser un hábito en nuestra vida.
¿Por qué se debe de consumir agua sin sentir necesidad alguna?
La sed es un indicativo traicionero de la necesidad hídrica del organismo. Esta aparece de forma tardía cuando ya existe cierto grado de deshidratación. Por lo tanto, es de suma importancia beber agua antes de tener sed, ya que de lo contrario comienzan síntomas como aceleración del ritmo cardíaco, debilidad, apatía, dolor de cabeza, calambres musculares, entre otros.
¿Cómo cubrir las necesidades hídricas?
Cada persona tiene una necesidad específica de hidratación la cual dependerá de factores como edad, sexo, metabolismo, condiciones ambientales, nivel de actividad física, etc. Sin embargo, hay un rango promedio que se recomienda diariamente y son aproximadamente 2 litros de agua en mujeres y casi 2.5 litros en hombres.
Cabe mencionar que el modo más directo de reponer el agua que se necesita es a través de la ingesta de la misma, pero no es la única. Alimentos como frutas y verduras contienen gran cantidad de agua que completa la hidratación diaria.
Recuerda estos consejos:
– El cuerpo necesita de un balance hídrico equilibrado que consiste en ingerir la misma cantidad de líquido que perdemos.
– Beber antes de tener sed porque esta sensación es tardía y sucede cuando ya existe una pequeña deshidratación.
– No esperar a las comidas para beber el agua necesaria porque en estos momentos no se absorbe tanta cantidad como se debiera.
– Tomar líquidos de forma fraccionada a lo largo de todo el día.
– Si se realiza una actividad intensa, consumir agua o bebidas deportivas para recuperar líquidos, pero también sales minerales como el sodio.
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