Existe gran controversia respecto al consumo de suplementos de vitaminas y minerales. ¿Cuáles consumir y en qué cantidad? A pesar de esto, el uso de vitaminas y minerales ha crecido sustancialmente en esta última década con el objetivo de prevenir enfermedades crónicas, incrementar la energía y el bienestar general. Pero, ¿en realidad son necesarios los suplementos de vitaminas y minerales?
La relación entre las enfermedades crónicas y la aportación de vitaminas a través de la alimentación y el uso de algún suplemento vitamínico o mineral ha sido estudiada a través de los años. La evidencia muestra que una dieta equilibrada y saludable es la mejor forma de mantener la salud y que el uso de suplementos de vitaminas y minerales para prevenir enfermedades no es lo más recomendado ni ha sido respaldado con evidencia suficiente.
Te exponemos a continuación los únicos casos en que sí es aprobado y recomendado la suplementación de vitaminas y minerales:
Calcio
Se recomienda una dieta alta en calcio en mujeres que están en la etapa de la menopausia, así como en adultos mayores, pacientes con intolerancia a la lactosa y en los vegetarianos.
Acido Fólico
Un suplemento de ácido fólico es indispensable en aquellas mujeres en edad reproductiva con vida sexual activa y en embarazadas, ya que este nutrimento ayuda a prevenir defectos del tubo neural (defectos de la médula espinal y del cerebro) en el producto.
Hierro
La OMS (Organización Mundial de la Salud) reporta que 80% de la población del mundo está en riesgo de presentar una deficiencia de hierro. Se recomienda que mujeres embarazadas, bebés prematuros, niños de 1 a 4 años, adolescentes, mujeres en edad reproductiva con períodos menstruales muy abundantes y los vegetarianos, tomen algún suplemento de hierro.
Vitamina D
Edad avanzada, exposición al sol limitada, tez morena y ciertas condiciones médicas, pudieran relacionarse con una deficiencia de vitamina D. La vitamina D es necesaria para la absorción de calcio por lo que su deficiencia se relaciona con la osteoporosis.
Ácidos grasos esenciales: Omega 3
El ácido eicosapentanoico (EPA) y el ácido docosahexaenoico (DHA) son ácidos grasos esenciales llamados omega-3. Estos son considerados indispensables debido a que el cuerpo es incapaz de sintetizarlos sin la ayuda del ácido linolénico. Estudios han postulado que dietas altas en omega 3 poseen un efecto protector en cuanto a enfermedades crónicas, especialmente las cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
Sin embargo, no existe suplemento mágico que pueda reemplazar los beneficios de una dieta saludable, equilibrada y variada. Los suplementos de vitaminas y minerales no contienen fibra, ácidos grasos esenciales, fitoquímicos protectores, aminoácidos, por mencionar algunos de los muchos componentes de los alimentos. La combinación de éstos es lo que ayuda a prevenir enfermedades crónicas y a mantener la salud.
Si tu ritmo de vida no te permite seguir estas recomendaciones y crees que un suplemento te beneficiaría, consúltalo con tu médico y/o nutrióloga. Es importante no exceder el 100 % de la recomendación diaria de cada vitamina ya que algunas de ellas se podría presentar una toxicidad.
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