Del jardín a tu cocina
Te voy a compartir uno de mis secretos que le adhiere un mejor gusto a mis platillos. Verás resulta ser tan práctico, relajante, divertido y económico a la vez ya que no hay nada mejor como cuidar de lo que comes para que tu nutrición sea la adecuada, pero mejor aún resulta saber de donde vienen esos ingredientes cuidando de ti y de los que más quieres, con la certeza de su inocuidad , seguridad y calidad para el consumo humano.
Mi secreto es mi propio huerto casero, con este recurso aprovecho cualquier espacio del jardín de mi casa, reducimos el gasto doméstico, se mejora la calidad alimenticia, sirve de pulmón para mi hogar, embellece mi casa y hasta puede mejorarse la economía familiar. Además incitamos a los más pequeños a respetar el medio ambiente estando en contacto con la naturaleza y el cuido de la biodiversidad.
Entonces que necesitamos:
Deberemos elegir un lugar que reciba sol la mayor parte del día.
Se debe considerar un espacio para poder pisar y circular sin dañar la plantación. Si en el jardín tenemos animales de compañía, no está de más cercar el espacio.
Una vez preparada la tierra, podremos empezar a sembrar los vegetales que elijamos, ya sea mediante semillas. Hay que identificar las especies que mejor se adaptan al suelo y clima de tu zona, por ejemplo en San Salvador queda muy bien sembrar tomate, zanahoria, papa, cilantro, hierba buena, mora, chipilín, yuca, pimentones, limones, repollo, chiles, bróculi, papaya, plátano, guineo, vainilla y canela entre otros.
Pueden aprovecharse materiales desechados que al no ser utilizados en forma adecuada generan contaminación o suciedad (cáscara de arroz, aserrín de madera, llantas viejas, desechos de madera, etc.)
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