¿Sientes un intenso deseo por ver tu refrigerador, abrir las gavetas de la cocina y comer lo primero que encuentres?

La ingesta excesiva de alimentos no se debe a que necesitas alimento para hacer que tu cuerpo funcione o que este saludable, sino que los consumes porque necesitas llenar un vacío emocional.

Cuando estamos estresados algunas personas sienten más apetito, ya que la «hormona del hambre» actúa como mecanismo de protección para reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad producidos por el estrés. Los problemas emocionales como la depresión, los trastornos de la alimentación y la ansiedad son cada día más comunes. Son desbalances que ocurren cuando se cae en una crisis. El cuerpo informa que necesita atención y que se debe detener para realizar unos cambios. De no darle la debida atención, el cuerpo pide más y pierde el balance emocional afectando así el bienestar. De ahí que vienen las compras por impulso, comer compulsivamente como mecanismo de refugio donde se pretende erróneamente ocultar la realidad, terminando con más problemas debido a las deudas y el sobrepeso. Es muy peligroso esto pues se entra en un círculo vicioso que es difícil salir.

La solución a este problema es comenzar con una actitud positiva para que puedas tomar el control de tu vida. Identifica primero qué estas tratando de llenar con la comida, cuál es tu vacío? Busca apoyo espiritual, participa en actividades que te brinden paz y no que te estresen. Busque ayuda a tiempo, tu cuerpo da señales, hazle caso.

Te dejo un analizador de estrés para que veas en que nivel te encuentras y le des la solución más sana a tu cuerpo:

http://www.psicoactiva.com/tests/test12.htm