Acelerar nuestro metabolismo para bajar de peso es el objetivo clínico de un programa bien dirigido.
Al hacer dietas restrictivas con eliminación de carbohidratos, se frena el metabolismo y aparece la ansiedad. Con planes restrictivos es frecuente bajar 12 libras el primer mes, para engordar el doble después (rebote).
¿Cómo funciona nuestro cuerpo?
Nuestro cuerpo necesita energía y nutrientes para trabajar, cuando no tiene suficiente de esto, ahorra lo que más puede bajando el metabolismo hasta que pueda volver a comer, de esta manera asegura una reserva para el futuro y así vivir más tiempo. Si tú estas acostumbrado a no comer o pasar mucho tiempo sin ingerir alimentos, tu cuerpo se acostumbra a esto y lo poco que comas, será almacenado como reserva y se transformará en grasa (metabolismo lento). Esto es resultado del mecanismo de conservación que desarrolló el hombre en la antigüedad. Sin embargo, parte del proceso de cambio de este mecanismo depende principalmente de la decisión personal de cambio.
Es muy común escuchar a los pacientes con sobrepeso decir que no desayunan, no cenan o no saben por qué se engordan si casi no comen. La respuesta está en lo que acabamos de explicar. Y lo peor, han desarrollado miedo a la comida y caen en un círculo vicioso.
Consejos para acelerar tu metabolismo
Muévete a cada rato (elimina el sedentarismo)
- Añade cualquier
actividad física que no sea parte de tu rutina, hasta las más insignificantes pueden ayudarte a quemar calorías.
- Para formar y mantener el músculo, el cuerpo necesita gran cantidad de energía, así, mientras más tonificados estemos nuestro ritmo de consumir energía aumentará.
- Las mujeres por su naturaleza genética y hormonal, no deben preocuparse por desarrollar gran masa muscular, esto no se da en ellas, al contrario, este tipo de ejercicios las reafirma y construye cuerpos esculturales.
- Es bien sabido que el ejercicio cardiovascular o aeróbico es quemador de grasa, pero si haces ejercicio y no ves resultados, es posible que tus músculos se han acostumbrado a esos movimientos. Añade nuevos ejercicios o actividades a tu repertorio, de esta forma obligaras a tu cuerpo a trabajar más duro para ejecutarlos, lo que a su vez le dara un impulso a tu metabolismo. Aumenta tu ritmo cardiaco en tus rutinas aumentando la velocidad o la carga.
- Varía tus rutinas, como por ejemplo alternar tus caminatas por la bicicleta fija.
- Mientras corres o caminas a tu paso normal, intercala de vez en cuando dos o tres minutos de mayor intensidad y luego vuelve a tu ritmo habitual. De esta forma, tu cuerpo trabaja más en menos tiempo.
- Distribuye en la semana ejercicios cardio, de intervalos y de musculación
Alimentación balanceada
- No elimines ningún grupo de alimentos en tu comida y eleva un poco la proteína.
- La composición de la proteína es más compleja que la de los carbohidratos, de modo que el sistema digestivo requiere más energía para procesarla.
- No consumas demasiada proteína. Las recomendaciones calóricas de estas son del 15 ó 20% de tu dieta diaria. Preferir las carnes magras, pescado, soya etc. en lugar de las carnes grasas.
Limita el consumo de alcohol
- Cuando se bebe alcohol, la grasa se acumula en el hígado en vez de trasladarse al cuerpo para utilizarla como energía.
- Si el cuerpo se retrasa en eliminar la grasa, es probable que se acumule, no que se queme.
- Limita tu consumo, recuerda que un gramo de alcohol aporta casi la misma cantidad de calorías que la grasa (7 y 9 calorías por gramo respectivamente).
Duerme lo necesario
- Si estas cansado, tu cuerpo no tendrá la energía suficiente para realizar sus funciones normales, incluyendo la de quemar calorías eficazmente y tu cuerpo tratará de recuperarse ahorrando energía bajando el metabolismo.
- Un estudio desarrollado en la Universidad de Chicago demostró que cuando los participantes reducían de ocho a cuatro sus horas de sueño, la capacidad de sus cuerpos para procesar los carbohidratos se afectaba; es decir, era más probable que acumularan grasa.
Disfruta del café
- La cafeína estimula el metabolismo.
- En un estudio llevado a cabo (el International Jon real of Sport Nutrition and Exercise Metabolism) nos revela que los participantes quemaron calorías con más rapidez durante la hora después de haber bebido una taza de café, tal vez debido al ligero efecto térmico de la cafeína.
- Las propiedades benéficas del café pueden mejorar el funcionamiento corporal. Con dos tazas diarias es suficiente, si no hay problemas cardiovasculares o tu doctor te lo ha prohibido.
Empieza temprano
- Si realizas tus ejercicios como primera actividad de la mañana, harás que tu cuerpo queme más calorías. Vas de la mano con tu ritmo circadiano.
- Al despertarte, el ritmo de tu corazón está en su punto más bajo del día. Y como necesitaras esforzarte más para llegar al número de palpitaciones que habitualmente alcanzas durante el ejercicio, quemaras más calorías en el proceso.
- No dejes pasar más de 1 hora desde que te despiertas hasta que ingieres la primera comida, esto le da combustible al cuerpo para que inicie bien el día.
Bebe suficiente cantidad de agua
- Todos los órganos, desde el cerebro hasta el hígado y los riñones necesitan agua para funcionar.
- Un cuerpo deshidratado no descompone la grasa con rapidez.
- Cuando tu cuerpo se deshidrata, la sangre fluye más lentamente y esto significa que no podrá enviar rápidamente hacia los músculos las sustancias nutritivas y la energía (las calorías) que obtiene de los alimentos.
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